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One Common Faith

Monday, April 5, 2010

Bahá'í, una religión sin dogmas

Sus practicantes no tienen ritos ni autoridades y buscan la unidad de todas las confesiones para alcanzar la paz mundial.

No tienen dogmas ni ritos. Tampoco sacerdotes ni pastores. No se gobiernan por jerarquías y no adoran imágenes sagradas. No reclutan almas para su redil ni usan atuendos estrafalarios.

Son los practicantes de la fe bahá'í, una joven religión monoteísta -tiene 150 años- considerada una de las confesiones de mayor expansión en el mundo y de la que poco se conoce en Colombia.

Actualmente son unos 32.000 los colombianos consagrados a esta religión que, en medio de lo elemental de sus principios, tiene grandes propósitos: la unidad de todas las religiones y la paz mundial. En el mundo se estiman en seis millones los fieles, en más de 200 países.

En la sede nacional Bahá'í, una amplia casona ubicada en el tradicional barrio bogotano La Soledad, a 100 metros de la parroquia de San Alfonso, se reúnen para orar, para compartir los conocimientos adquiridos del Kitáb-I-Aqdas (el libro más sagrado, en su traducción del árabe) y para celebrar fechas especiales.

Doris de Sánchez dice que es el patrimonio histórico viviente de esta confesión en el país. Hija de un masón y de una consumada católica, conoció la fe Bahá'í a los 12 años. Entonces vivía con su familia en Bucaramanga.

Un día -cuenta- su padre decidió escuchar a Gayle Woolson, una ciudadana estadounidense que hace rato quería hablarle al respecto. El hombre quedó tan impresionado que, de inmediato, le habló a toda su familia sobre la desconocida religión. Al poco tiempo, todos estaban convertidos al bahaísmo.

Doris recuerda que esta fe llegó a Colombia de la mano del alemán Gerard Sluter, en 1942. Él se radicó en Bogotá y poco a poco fue sembrando la semilla. La mujer, viuda hace 15 años, resume lo que significa ser practicante de este credo: "Es vivir una religión sin el temor a un castigo ni con la esperanza de un cielo. Es simplemente el divino arte de vivir".

Un Dios y una raza

La fe bahá'í enseña que hay un solo Dios y una sola raza humana, y sus fieles tienen la convicción de que todos los credos se deben unir para formar una nueva civilización, basada en la espiritualidad, el servicio social, la preservación del medio ambiente, la educación y la solidaridad.

Zulay Posada es una ingeniera que abrazó el bahaísmo hace 18 años, cuando hacía una maestría en genética en Bélgica. Ella señala que Bahá'u'lláh (1817-1892), el fundador de la religión, es el profeta más reciente de una línea sucesiva de mensajeros divinos. De acuerdo con esta creencia, a Bahá'u'lláh lo antecedió el Báb (el profeta que lo proclamó); y antes vinieron Mahoma, Cristo, Buda, Zoroastro, Moisés y Krishna. Todos ellos, según el bahaísmo, son manifestaciones de una misma divinidad. Por eso, esta religión espera la unidad de todos los seres humanos, vengan del hinduismo, el budismo, el cristianismo o el islam.

En pocas palabras, de cada confesión saca lo mejor, pues "la base de todas las religiones es la misma y la religión es causa de armonía y unión".

Carlos Valencia, chocoano de 18 años, que estudia negocios internacionales en la Universidad del Rosario gracias a una beca, dice que sólo pudo romper las cadenas del racismo cuando se hizo bahá'í; entonces, comprendióque no era diferente por piel negra.

Otra cosa que lo convenció es el hecho de que en el bahaísmo cada quien asume la responsabilidad de investigar la verdad por sí mismo y que allí no existe el sectarismo religioso y se combaten los prejuicios. Zulay Posada reconoce que si algún homosexual llega hasta su comunidad -por dar un ejemplo- será recibido sin miramientos. "El único que puede juzgar es Dios", dice, al advertir que en la fe bahá'í siempre están dispuestos a acoger a nuevos adeptos, aunque no hagan proselitismo.

Promueven la vida sana

Juan Fernando Vela, médico veterinario de 41 años y coordinador de la Asamblea Espiritual Local de Bogotá, dice que no hay nada extraordinario en ser bahá'í. Para ellos, todo se basa en el enriquecimiento del espíritu y en la promoción de una vida sana y centrada, al igual que en el desprendimiento de lo material. "Llevamos una vida moderada y disfrutamos de cosas elementales, que para otros podrían ser unas tonterías, como sentarnos a ver un atardecer o a escuchar cantar un pájaro", explica Vela.

Los principios del bahaísmo contemplan que no debe haber sexo fuera del matrimonio. "La sexualidad debe ser con la persona que va a estar al lado el resto de la vida, no sexo casual; eso hace parte de la estructura de la familia", advierte el veterinario, casado y padre de una niña de 8 años.

Los métodos de planificación familiar están perfectamente permitidos y recomendados. "Es responsabilidad de la familia saber cuántos hijos van a tener", añade Vela, y agrega que el bahaísmo tiene escrito que la religión y la ciencia deben ir en el mismo camino.

Conversos, la mayoría entre los creyentes colombianos

El 95 por ciento de baha'is colombianos son conversos, es decir, personas que peregrinaron por diferentes religiones. En Colombia no tienen un templo, como sí los hay en diferentes partes del mundo. Sus principales santuarios están en India e Israel, y el más cercano está en Panamá. La Guajira y Cauca son las regiones donde hay una mayor presencia. Los baha'ís colombianos ya tienen un lote en la sabana de Bogotá, donde esperan construir su templo. www.bahai.org.c

Principios que sigue el bahaísmo

Al morir, el espíritu sigue evolucionando. No hay retroceso, por eso no hay reencarnación.

No hacen intervención en política. Se gobiernan mediante asambleas democráticas.

Rechazan todas los prejuicios.

Aseguran a las mujeres plena igualdad de oportunidades con los hombres.

Buscan eliminar los extremos de pobreza y riqueza.

Promueven la educación y el crecimiento intelectual como principios de vida.

JOSÉ ALBERTO MOJICA P.
REDACCIÓN VIDA DE HOY


Info Quoted from: http://www.eltiempo.com/vidadehoy/gente/bahai-una-religion-sin-dogmas_7527527-1



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